sábado, 11 de agosto de 2012

Guatemala, tiempo al tiempo…

Antigua

El bus hasta Guatemala fue bastante cómodo y hasta nos sirvieron comida. Una vez que llegamos al país bajamos del colectivo y tomamos un taxi directo hacia la ciudad de Antigua. Eran como las 12 de la noche cuando entramos a nuestra habitación en el hostel y nos quedamos profundamente dormidos después de otro agotador día de viaje.

Por la mañana siguiente tomamos temprano el abundante y riquísimo desayuno que incluía el hostel  y salimos a recorrer la ciudad. Como casi todas las ciudades importantes de Latinoamérica es colonial, con todas sus calles de piedra. Todo parece muy ordenado y limpio y todos los edificios del lugar están pintados de diferentes colores.






Después de dar una larga caminata por la zona nos tocaba decidir que íbamos a hacer en Guatemala el resto de los días. Creo que ha llegado un punto del viaje en que estamos un poco cansados de investigar que hacer en cada país, buscar en internet, recorrer buscando buenos precios en distintas agencias para hacer un tour, tomar miles de colectivos para recorrer unos cuantos Km. El problema con esto es que cuando uno se cansa empieza a gastar mas plata porque simplemente no puede planear bien que hacer y aunque parezca increíble uno se cansa de hacer este tipo de cosas. Finalmente acordamos salir al otro día con un tour hacia Semuc Champey a recorrer una cueva y ver piletones naturales. 

Ya relajados por haber tomado la decisión tomada fuimos a ver el atardecer en un bar que tiene una terraza que da a los volcanes del lugar. La caída del sol fue increíble, nos dio un poco de energía y aire fresco para despejarnos del cansancio. Fuimos a buscar un lugar para cenar, entramos en un restaurante de panqueques y cuando uno de los dueños se dio cuenta que éramos de argentina empezó a llamarnos “boludos” diciéndonos que tenía Fernet para que tomemos. Al principio no le creímos pero resultó cierto. Mientras disfrutamos del trago cerrando los ojos para saborear los recuerdos que nos traía brindamos por la hermosa noticia que el Tata había recibido unas horas antes.: su gran amigo Martín iba a ser papá! El Tata estuvo todo el día emocionado por la buena nueva.




Semuc Champey

Como a las 14.30 hs pasaron a buscarnos en un bus para ir a Semuc Champey. El colectivo era muy chiquito, con asientos incómodos y todos íbamos apretados. Llegamos como a las 22.00 hs al lodge donde nos quedaríamos y sin cenar nada nos fuimos a dormir.

Éramos unas 20 personas las que íbamos a la excursión y a las 9.00 hs nos subieron a una camioneta donde casi todos iban parados en la parte de atrás en la caja. Por suerte yo me pude subir en los asientos traseros con dos chicas israelitas.

La cueva en donde empezamos el tour era bastante grande y con velas tuvimos que nadar por el agua color chocolate. Nadar con una sola mano era bastante complicado ya que en la otra teníamos una vela y varias veces se nos apagó.  Después de subir, bajar, nadar y trepar y de varias raspaduras en las piernas y manos llegamos a la salida. Almorzamos algo en el lugar y emprendimos la caminata hacia un mirador. Subimos mucho y al final nos topamos con la vista más soñada del mundo. Mirando hacia abajo vimos unos hermosos piletones naturales de color turquesa profundo. Pero lo mejor vendría pronto. Unos minutos después de comenzar el descenso unos monos aulladores nos gritaban desde los árboles y terminada la bajada nos pudimos zambullir en las exquisitas aguas frescas que habíamos visto desde arriba. La experiencia fue casi irreal. Estábamos en el paraíso terrenal. En este tour no sólo pudimos conversar mucho con las israelitas si no que también con un simpático italiano que aprendió muy bien el español en su viaje y con una española charlatana y graciosa que hicieron aún mejor la experiencia.





Flores y Tikal

Era la mañana del otro día y salimos hacia Flores en otro bus aún más incómodo y apretado.  Al llegar nos esperaba Neil, el dueño del hostel donde nos hospedaríamos, y junto con su esposa y su pequeño hijo, más las israelitas, Shir y Keren,  nos subimos a un bote para llegar a una islita. El hostel era hermoso. La vista desde las mesas donde servían la comida era hacia el lago y las cabañas estaban muy limpias y cuidadas. También teníamos una piscina para nadar y un perro chiguagua llamado Coco que no solté de mis brazos.


A las 4.30 hs del otro día nos montamos a otro bus que resultó todavía más incómodo que el resto para hacer una hora y media hasta las ruinas mayas de Tikal. Por suerte erámos pocos en el grupo de habla hispana y el guía que nos tocó fue más que amable con nosotros. En el lugar no sólo se pueden observar los distintos tipos de edificios en forma piramidal si no también distintos animales como monos, tucanes y coatíes. Es hermoso ver la mezcla entre algunas partes de las ruinas restauradas y otras cubiertas por la abundante vegetación.  Al final del tour subimos unas largas escaleras hasta llegar a la cima de un templo donde se ve una panorámica de todo el parque con sus altos árboles donde de vez en cuando sobresalen otros templos. Ver tanta belleza junta es realmente imponente.






Nos despedimos de unos españoles que fueron en el mismo grupo que nosotros y quedamos en encontrarnos más tarde con Simone, el italiano, y Nuria, la española.

Muertos de calor y cansancio nos dimos un chapuzón en la piscina y después nos juntamos con Neil quien nos iba a recomendar lugares para visitar en Belice, nuestro próximo destino. Como él es beliceño conoce muchos lugares buenos para visitar y además su hermano tiene una agencia autorizada para hacer uno de los mas atractivos tours del mundo, las cuevas ATM.

Como a las 17.00 hs tomamos un bote para encontrarnos en la ciudad con Nuria y Simone. Quedamos en encontrarnos en el hotel donde paraban y cuando estábamos llegando a destino sentimos una voz que nos decía: “Boludos!!!...” Era Nuria a quien le había encantado nuestra tonada y forma de hablar argentina. Tomamos unas cervezas y compartimos una cena para luego despedirnos de los dos. Durante el viaje hemos conocido mucha gente. Con algunos hemos compartido mucho tiempo y con otros menos pero hay ciertas personas con las que cuesta despedirse y estas dos eran una de ellas.

Hoy una amiga que más que amiga es como una hermana, Silvina, me preguntó mientras charlábamos por internet si el tiempo se nos pasaba rápido y eso me dejó pensando. Es que el tiempo se nos pasa rápido y también lento. Es que no sabría como explicarlo. Hemos hecho y conocido tanto, paisajes, personas, lugares y anécdotas que el tiempo pareciera pasar rápido pero resulta tan increíble haber hecho tanto en tan solo 3 meses que también pareciera que pasara lento. Estamos aprendiendo de a poco a disfrutar del momento sin pensar en lo que pasó y lo que viene aunque resulta difícil al tratar de integrarlo dentro de la planificación del viaje y que debemos pensar siempre de ante mano que vamos a hacer en nuestro próximo destino para no gastar dinero de más. Supongo que dejándonos llevar vamos a poder integrar las dos cosas sin problema. 

Mas fotos en: www.facebook.com/tonatatatour

4 comentarios:

  1. Mis queridos "boludos"levantemos la copa,brindemos y que siga la joda.Pero a mi me gusta más cuando Ceci dice "peloootudo" o cuando le decis a Martin "que peloootudo que sos mi amor".un beso grandote para los dos"peloootudos".

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    1. jajajaj!!! Si me queda re lindo decir pelooootudo!!! je!!! Un beso!

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  2. cordoba...gracias x tu relato una vez mas quedo asombrada d todos los lugares q hay conocer ...q lindo seria pode ir uno para alla !!!!!!bueno t mando abrazos y besos d comodoro para uds.q sigan bien....besitos esther

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    1. Te quiero Esthercita!!!! Ojala nos pudiéramos encontrar en algún lugar! ja!! Sería genial!

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